Más que “emos feos”

Este artículo lo escribió una chica en un periódico de Noruega, ella tiene 15 años y es una felicitación a los gemelos Kaulitz en su cumpleaños. 

Muchas veces somos influenciados por personas que ni siquiera nos imaginábamos.

Había una vez… casi como el comienzo de una aventura. Dos chicos nacieron en la antigua Alemania del Este, en una pequeña ciudad llamada Leipzig. Los gemelos fueron mi triangulo amonestador, cuando más lo necesitaba.

Prejuicios:
¿Cuántos de ustedes se taparon la nariz cuando vieron a Bill y Tom Kaulitz de Tokio Hotel por primera vez? Bill con su cabello como erizado y maquillaje intenso. Tom, el hermano gemelo que irónicamente usa grandes pantalones talla XXL, camisetas, gorras y trencillas largas.
Hace dos años fue lo mismo. Mi cabeza estaba llena de prejuicios, era realmente extraño que no había lugar para otra cosa. Si no molestaba con mis amigos, hablábamos sobre celebridades. Respetables celebridades como Britney Spears y Paris Hilton.

Emos feos:
Pero un día, Tokio Hotel se hizo famoso en Noruega. Conocidos como los emos feos alemanes. Pero en lugar de fijarme como se veían como celebridades, note primero quienes eran ellos.

Belleza por dentro
Me preguntaba cuando Bill le dedico la canción In Die Nacht a su hermano gemelo, cantando: “Tu eres todo lo que soy, y todo lo que seré siempre”. Finalmente me di cuenta que Bill se acercaba a Tom en cada concierto, cuando actuaron con la canción 1000 Meere. El no cantaba para el publico, sino a su hermano gemelo, “Por favor, nunca te alejes de mi” y como una especia de triangulo que parpadea en los gemelos me di cuenta que el aspecto de afuera no importa, sino el interior.

Agradecimiento:
Estoy escribiendo esto para conseguir que la gente piense en eso. Pero sobre todo, agradecer a estos chicos y felicitarlos en su día. Por cumplir hoy 21 años. Son tan diferentes como la noche y el día, sin embargo se quieren el uno al otro. ¿Cuál es el mejor regalo que alguna vez haz recibido, Tom? Le pregunto Bill a el en su cumpleaños el año pasado. “El mejor regalo que he recibido vino 10 minutos después de nacer yo” respondió Tom. Eso demuestra, al menos para mí, que nunca debo juzgar a alguien por un libreto o una portada.

Respeto para todos.
Y por lo tanto esta es mi historia. He cambiado y crecido un poco. Después, mi personalidad desarrolla y cambia, una y otra vez. Pero nunca olvidare a Bill y Tom, quienes me enseñaron a creer que soy importante en la vida. A respetar a cada uno sin importar la apariencia, el genero y la religión. ¡Feliz cumpleaños 21 y gracias por ser ustedes mismos! 

Fuente
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